miércoles, 12 de diciembre de 2012

¿A quién invito?

He aquí la gran pregunta... Seguro que todos, o al menos aquéllos que tengan pareja, en algún momento se han planteado a quién invitarían a su boda. Creo que no me equivoco al afirmar que, en el 99% de los casos,  somos mucho más restrictivos en esas hipotéticas listas que cuando llega el momento de hacerlas realidad. Y es que, aunque los protagonistas de ese día son los novios, no hay que perder de vista que es un día muy importante también para los padres.

Y entonces, ¿dónde ponemos la línea que separa a los que serán invitados de los que no? Pues la respuesta depende de muchos factores: del presupuesto, del tamaño de la familia, del número de amigos muy cercanos, etc.

Sara, de Una cita para dos tomó esta decisión: "no iba a invitar a nadie con el que no hubiera tenido relación en el último año, por mucho que hubiéramos sido uña y carne en el colegio o me sintiera mal por no hacerlo". Personalmente me parece demasiado drástico, y en mi caso particular he tenido que flexibilizar un poco más, y seguro que hay más personas que se sienten identificadas:
  • Amigos de toda la vida de los padres: puede que nosotros no tengamos relación pero ellos siguen manteniéndola después de muchos años
  • Tíos de los padres: para ellos han sido personas muy importantes a lo largo de su vida
  • Primos de los padres: en este caso no podemos establecer una regla general, no todos los primos son igual de "primos"
  • Compañeros de trabajo: si no queremos que lista crezca exponencialmente, lo mejor es cortar por lo sano y elegir sólo unos pocos muy cercanos

Esas son más o menos las líneas generales que hemos seguido en nuestras decisiones, pero como probablemente no os parecen suficientes, os dejo este diagrama que vi hace unos días en el blog que he mencionado antes:


Éste en concreto me parece poco realista, pero cada pareja podría confeccionar el suyo propio y así aplicar los mismos criterios objetivos para la elección de todos sus invitados. Aunque nosotros somos una pareja de informáticos con una mentalidad muy práctica no hemos llegado a este extremo, pero ahí lo dejo como idea...

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