miércoles, 30 de octubre de 2013

Chapas personalizadas

Casi al mismo tiempo que los paipays comenzamos a preparar las chapas personalizadas que todos los invitados encontraron en su mesa del salón. Decidimos prepararlas para todos los adultos, aunque fuese mucho trabajo porque teníamos más de 200 invitados. Así que, ya a finales del mes de septiembre (9 meses antes del día 'D') comenzamos con un archivo Excel en el que organizamos algunas frases simpáticas que podríamos emplear.

Poco a poco fuimos completando el archivo, con frases muy específicas para la gente a la que mejor conocemos, y más genéricas para los menos conocidos. Y así hasta completar 200 frases para encargar el pedido en el mes de enero. El encargo lo hicimos a http://lachapiterie.blogspot.com.es, que fue la web que tenía el tamaño que queríamos y al mejor precio. Puedes elegir el diseño y los colores, y nos mandaron una prueba en JPG para que nos hiciésemos una idea de cómo quedarían y diésemos el visto bueno.



El resultado fue el esperado, y 2 días después de acordar el diseño definitivo teníamos el paquete en casa.


Después quedaba otro trabajo, no menos tedioso, de emparejar cada chapa con el nombre de la persona a la que estaba destinada. Para eso, preparamos unas cartulinas con el nombre de cada uno a las que hicimos 2 perforaciones para enganchar la chapa y pusimos un sello por la parte de detrás.






Un par de meses antes de la boda emparejamos la mayor parte de las chapas, las de los invitados que sabíamos con seguridad que no faltarían. Así, dejábamos para las semanas previas a la boda sólo un pequeño porcentaje del trabajo y un repaso cuando ya estuviese la distribución definitiva de las mesas en los últimos días.


Colocamos las cartulinas en vasitos de chato que pusimos en el centro de cada mesa el día anterior a la boda.



No sabíamos cómo recibirían los invitados más mayores este detalle, pero la verdad es que fue todo un éxito. Cuando nosotros entramos en el salón, la mayoría de la gente ya se había colocado su chapa. También preparamos chapas para nosotros mismos y nos las colocamos nada más llegar a nuestra mesa.







A pesar de que tuvimos que dedicar muchas horas a preparar todo esto, la verdad es que creo que fue el mayor éxito, así que mereció la pena.

viernes, 18 de octubre de 2013

Paipays

Una de las cosas que preparamos con mayor antelación fueron los paipays que se repartieron a las mujeres a la llegada de los invitados. Un gran acierto para el mes de julio aunque no llegase a sofocar por completo el calor tan intenso que hizo (era de esperar un 6 de julio...).

Comenzando el diseño con Photoshop
Pruebas de impresión en casa

Siguiendo con la temática viajera y tomando algunas ideas de internet, decidimos que simularían las antiguas tarjetas de embarque de los aeropuertos (con el chek-in online y otros inventos casi están desapareciendo). Y para evitar tener que recortar, los encargamos a la imprenta como dípticos y así sólo había que meter el palo dentro y pegarlo. Pedimos dos pruebas, en diferentes tipos de papel, y finalmente elegimos el mismo que las invitaciones, de 300 g, que era suficiente para que con su tamaño y la longitud del palo no se deformase al abanicarse.

El 5 de noviembre (sí, 7 meses antes de la boda) ya teníamos los dípticos en casa

Para pegarlos empezamos utilizando celo de doble cara, ya que el pegamento de barra es muy flojito y el líquido podía traspasar el papel y dejar un mancha. Pero cuando tienes tanto trabajo por delante, había que buscar algo más práctico... En un almacén de papelería compramos adhesivo con aplicador (que yo sepa los hay de Pritt y de APLI) y era rapidísimo y muy limpio.

¡Qué aplicadito mi chico!

Lo primero los agujeritos con la troqueladora

Los palos, los compramos en un gran bazar chino, igual que la cinta de raso que colocamos. Y lo más difícil de conseguir fue la troqueladora en forma rectangular para hacer los agujeros por los que pasamos las cintas (perfectamente a medida). Después de dar muchas vueltas acabé comprándola por internet, aunque no compensaba por los gatos de envío, pero no me quedó otra opción. La web donde la compré es ésta: http://melocreaciones.com

Ponemos un poquito de cinta a un lado del palo

Lo pegamos y ponemos también por el otro

Cuatro trocitos en las esquinas

Cerramos y presionamos un poco

Pasamos la cinta y atamos con un nudo doble

Et voilà! Ya podemos abanicarnos

Una vez que estuvieron preparados, los metimos en una caja y pasaron varios meses metidos en el armario, esperando a que llegase "su gran día". Los colocamos en una gran cesta de mimbre y pedimos a dos amigas que los repartiesen cuando la gente fuese entrando a la ceremonia. ¡Gracias chicas por vuestra ayuda!

jueves, 17 de octubre de 2013

El retorno...

Después de un parón demasiado largo, retomo el blog para acabar con lo que empecé. Ya está el listo un nuevo post para mañana en el que, al igual que ya hice con las invitaciones, explico paso a paso cómo preparamos otro de los detalles que pudieron disfrutar (y algunos lo agradecieron muchísimo) nuestros invitados.